En Garmish existe el acuerdo climático entre los siete líderes del G7 en Elmau: «Es necesario adoptar medidas urgentes y concretas para hacer frente al cambio climático», dijeron los siete líderes de gobierno en la declaración final.
Los jefes de Estado acordarían mantener el aumento de la temperatura global dentro del límite de 2 grados con respecto a los niveles preindustriales, en los que estaban divididos hasta hace poco.
El objetivo también exige una reducción de las emisiones del 40% al 70% en comparación con las de 2010 para 2050, «como parte de una respuesta mundial». Los países del G7 se comprometieron a «hacer su parte para llegar a una economía global que a la larga no consuma carbono excesivo».
El acuerdo está en línea con lo que deseaba Angela Merkel, que quería ‘construir’ un frente unido antes de la conferencia climática de París en diciembre: «En el G7 hubo un claro reconocimiento sobre el objetivo de contener el aumento de dos grados de la temperatura global», comentó el canciller alemán quien, en la conferencia de prensa final de la cumbre, también aseguró la voluntad del G7 de cumplir el compromiso a largo plazo asumido en Copenhague en 2009 de establecer un fondo de 100.000 millones de dólares para impulsar las iniciativas de cambio climático en los países más pobres.